El IVA podría generar aproximadamente $150,494.1 millones de pesos anuales al SAT sin necesidad de lastimar el bolsillo de los asalariados y en general de los no empresarios, esto sólo con una redistribución del sacrificio fiscal que recayera ahora en los empresarios, mediante el simple mecanismo de sólo permitirles acreditar el 84% en lugar del 100% que de dicho impuesto que pagan por conducto de proveedores.

Los empresarios deberían compartir la carga fiscal del impuesto al valor agregado; aunque usted no lo crea, los empresarios no pagan el impuesto, se lo traslada a usted, es decir a los no empresarios. Esto es así porque la mecánica del impuesto está diseñada de tal forma, que permite a los empresarios Personas Físicas o morales acreditar el 100% del impuesto pagado al SAT por conducto de proveedores. Esto es, el IVA que le trasladan a los empresarios sus proveedores lo apuntan y luego se lo hacen valer al SAT al 100%.

Si sólo se les permitiera acreditar, es decir dar por pagado el 84% del IVA pagado al SAT por conducto de sus proveedores, la Federación tendría que dejar de devolver aproximadamente 150,494.1 millones de pesos.

Esa cantidad de dinero vendría del bolsillo de los empresarios y los restantes 703,848.5 millones de pesos del de los no empresarios.

Cabe destacar que el IVA sustituyó al Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles que sí pagaban los empresarios. El causante del impuesto eran los empresarios y el sacrificio fiscal les aplicaba, esto aun y cuando trasladaran la carga a sus clientes vía precio. De sus ingresos entregaban el 4% al Fisco en cada intercambio.

Los ingresos adicionales podrían ser destinados al mejoramiento de las escuelas en lugar de recurrir a los bonos para educación que anunció el 2 de septiembre del 2015 el Presidente de la República Enrique Peña Nieto.

Esta medida es justa en virtud a que la carga fiscal debe ser llevada por todos, siendo que el sacrificio fiscal del IVA solamente lo sufren los no empresarios.

De implementarse esta idea no se aumentarían los impuestos sino sólo se redistribuiría la carga conforme al principio universal de generalidad de las contribuciones, que incluso está contenido en nuestra Constitución Federal en su artículo 31, fracción IV que establece la obligación de todos los mexicanos a contribuir al gasto público, aspecto que no se lleva a cabo por los empresarios al no contribuir con IVA.

Para ejemplificar lo que menciono imagine usted que un empresario va a una agencia a comprar un automóvil que cuesta $100 mil pesos, le facturan $100 mil más IVA total paga $116 mil pesos. Con la misma intención un maestro o cualquier asalariado va a comprar el mismo automóvil y se lo facturan en $116 mil pesos, la diferencia es que el empresario puede pedir la devolución del IVA, por lo que el automóvil le cuesta sólo 100 mil pesos a diferencia del asalariado que le costó 116 mil pesos, toda vez que no puede pedir devolución de IVA.

De esos 16 mil pesos que el empresario pagó de IVA sólo podría acreditar 13,440 sufriendo una carga fiscal de $2,560.00, que llevaría, sumado todo este sacrificio fiscal a los $150,494.1 millones de pesos ya mencionados, en alivio de la finanzas públicas y en aplicación de los principios que rigen a las contribuciones.

En la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal del 2015, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 13 de noviembre del 2015, se presupuestó un ingreso por concepto de IVA de 703,848.5 millones de pesos. Tomando en consideración que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2015 no existe ningún rubro dedicado a la devolución de impuestos, se asume que el ingreso esperado ya viene ponderado con las correspondientes devoluciones que se efectúen a favor de los empresarios, es decir, ya se le restaron las devoluciones. Al respecto la revista CNN Expansión en un artículo publicado el 4 de septiembre del 2015 expone como dato que en el 2013 las devoluciones solicitadas de IVA rondaban los 224,253 millones de pesos. Cabe destacar que los datos de solicitud de devoluciones durante el 2014 y el 2015 no los pude conseguir, pero ya con el interés en el asunto tal vez usted si tenga mejor suerte.

Jesús Javier HERRERA GÓMEZ[1]

Miembro de la Academia Chihuahuense de Estudios Fiscales, A.C.

jj.herreragómez@gmail.com

1981. Licenciado en Derecho, UNAM, grado obtenido con mención honorífica defendiendo la tesis: La plena jurisdicción y el poder de anulación en el Poder Judicial de la Federación y en el Tribunal Fiscal de la Federación. 1984. Diplomado en Empresas Públicas y Desarrollo en el Instituto Internacional de Administración Pública de Paris, Francia. 1984. Diplomado en Estudios Superiores Especializados en Empresas Públicas en la Universidad de Paris Sud, Francia, defendiendo la tesina: L’intervention de L’Etat en matiere de logement social. 1994. Especialidad en Fiscal en la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH. 2003. Maestría en Impuestos en la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH. 2011. Maestría en Derecho Financiero, Facultad de Derecho de la UACH Cédula Profesional 7193784, grado obtenido con mención especial, defendiendo la tesis: La responsabilidad patrimonial del Estado por el daño moral cometido en materia fiscal. 2015 Doctorado en Derecho por la Facultad de Derecho de la UACH, grado obtenido con mención honorífica, defendiendo la tesis: El quantum indemnizatorio por daño moral. Profesor ATC de medio tiempo en la Facultad de Derecho de la UACH. Autor del libro El contencioso administrativo federal, Editorial Porrúa, México. 2007. Correo:.