*¿Estaremos frente a un parteaguas en la relación de la Iniciativa Privada y el Gobierno Federal?

*¿Es posible que el sector empresarial cambie a una postura de enfrentamiento con el Gobierno Federal en lugar de buscar acordar con los medios necesarios para que nuestra economía siga adelante?

MEDIDAS FISCALES ANTE EL COVID-19, ¿UN PARTEAGUAS EN LA RELACIÓN DE LA INICIATIVA PRIVADA Y EL GOBIERNO FEDERAL?

Por Rodolfo Landa Parra

El paquete de medidas fiscales y económicas anunciadas por nuestro Gobierno Federal para hacer frente a la contingencia sanitaria COVID-19 ha representado un parteaguas en la relación de la Iniciativa Privada y las Cámaras Empresariales con el Gobierno Federal ya que, hasta el momento, no se han adoptado medidas similares a las implementadas en algunas naciones, incluyendo a América Latina.

La pandemia del coronavirus está marcando la agenda mundial, no solo en el sector salud, sino también en los aspectos socio-económicos, y ante esta eventualidad varias naciones han optado por utilizar medidas o estímulos fiscales con la finalidad de proteger el empleo, evitar la pérdida de millones de empresas (principalmente pequeñas y medianas), así como estimular la economía.

Al respecto, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), organización internacional a la que México pertenece desde mayo de 1994, ha emitido un documento denominado “Respuestas de la Administración Tributaria COVID-19: Medidas Tomadas para apoyar a los contribuyentes”, dirigido a los encargados de diseñar las políticas económicas de los países miembros. Dicho documento contiene opiniones y recomendaciones, así como una gama de políticas fiscales y medidas de administración tributaria con las cuales se busca brindar apoyo principalmente a los hogares y mejorar el flujo de efectivo en las empresas de manera inmediata, dentro de las cuales podemos citar algunas de ellas:

Exentar o diferir el pago de las contribuciones en materia de seguridad social para los patrones y trabajadores, así como los impuestos relacionados con la nómina;

Proporcionar estímulos fiscales a los trabajadores de la salud y otros sectores relacionados con emergencias sanitarias (un ejemplo de esto puede ser la exención del pago de impuesto sobre la renta (ISR) a dichos trabajadores);

Otorgar prórrogas para dar cumplimiento a las obligaciones fiscales;

Diferimiento en los pagos del impuesto al valor agregado (IVA), o de impuestos a la importación de artículos relacionados con el bienestar de la población, como lo pueden ser los medicamentos y/o alimentos;

Acelerar la autorización de las devoluciones de IVA;

Diferir o ajustar los pagos provisionales de ISR, sobre bases de la utilidad o pérdidas fiscales estimadas así como los pagos definitivos de IVA; y

Aumentar el plazo para amortizar las pérdidas fiscales de ejercicios anteriores.

En este sentido, algunas de las economías más avanzadas a la nuestra han implementado paquetes de ayuda en efectivo de manera directa a las familias, sin importar su estatus socio económico, así como otorgar otros estímulos fiscales.

América Latina, cuyo nivel económico es semejante al de nuestro País, han implementado paquetes de medidas para proteger a los empleados y a las empresas, mismas que incluyen un diferimiento en el pago de sus contribuciones federales, así como un diferimiento en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, entre otros.

Sin embargo, por lo que respecta a México, aun con las recomendaciones emitidas por la OCDE y algunos otros organismos internacionales, las medidas fiscales y económicas para mitigar la magnitud de las consecuencias que enfrenta nuestro País por la contingencia sanitaria, han sido prácticamente ignoradas por nuestro Gobierno Federal, salvo algunas medidas implementadas que van dirigidas a adultos mayores de 60 años, o bien, al otorgamiento de créditos a empresas denominadas “MiPymes”, cuyos estímulos no estarán ayudando a salvar el gasto en los hogares, ni mucho menos a millones de personas y de empresas (informales) que no se encuentran en los supuestos para gozar de los beneficios acordados por el Ejecutivo.

Como era de esperarse, ante la nula o pobre respuesta de medidas fiscales tomadas por el Gobierno Federal, los sectores empresariales han levantado la voz para proponer beneficios que permitan acelerar la economía en nuestro país, sin embargo, a palabras del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) “…el mensaje más claro fue que el Gobierno Federal le sigue “cerrando la puerta” a los empresarios al no escuchar sus propuestas y, sobre todo, advertencias…”

El descontento empresarial y social ante esta situación se hace cada vez más palpable y evidente con la información que se transmite mediante redes sociales y páginas de internet, por lo que, considero que nos debemos de hacer las siguientes preguntas:

¿Estaremos frente a un parteaguas en la relación de la Iniciativa Privada y el Gobierno Federal?, de ser así, ¿es posible que el sector empresarial cambie a una postura de enfrentamiento con el Gobierno Federal en lugar de buscar acordar con los medios necesarios para que nuestra economía siga adelante?

En este orden de ideas, mientras el sector empresarial y Gobierno Federal no concilien sus diferencias y el Gobierno Federal no implemente las medidas necesarias y suficientes que requiere nuestro País, las consecuencias pueden ser muy graves en la economía de quienes más nos necesitan: las clases económicas más vulnerables.

Ante estos cuestionamientos, no queda más que decir que: solo el tiempo nos dará la respuesta…

Sobre el autor:

C.P.C. Rodolfo Landa Parra

Socio de Impuestos de Avere Fiducia, S.C.

Correo electrónico: Rodolfo_landa@averefiducia.com