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Publicado en Articulos
Por: Jorge Luis Valdez Valencia.
Si en 2018-2024 hubo récord de recaudación veamos que podemos esperar para 2024-2030
MAS VIGILANCIA, MAS FISCALIZACIÓN, Y MAS PAGO DE IMPUESTOS
La Administración 2024-2030 tiene un gran reto, le han dejado la vara muy alta, ya que al aseverar que no habrá nuevos impuestos ni incremento a los ya existentes, tendrán que buscar abajo del bote de basura, en donde ya no hay ni las sobras, por lo que tendrán que estirar aún más la liga, o bueno, quizás sea la oportunidad de voltear a otro lado y comprarse otro nuevo.
Tomando en cuenta el entorno fiscal en México, particularmente las disposiciones y obligaciones fiscales vigentes, las herramientas empleadas por la actual Administración y las propuestas y pronósticos exhibidos en los diferentes foros y medios de comunicación me atrevo a aseverar y hacer un resumen de expectativas.
Estas aseveraciones representan solo mi opinión y expectativas, no generan ni derechos ni obligaciones para los contribuyentes, me reservo el derecho de veracidad y exactitud y de repudiar cualquier crítica al respecto.
Las estrategias del SAT para llevar la recaudación a niveles récord, inhibir prácticas indebidas, combatir la evasión, implementación de mecanismos de gestión de cobranza, contención de errores y manipulación de cifras, aún no se acaban, por no decir apenas empieza; por lo que me atrevo a hablar de un Benchmarking Tributario, en donde continuará el ABCD…EFGH del SAT, por decirlo sarcásticamente; seguirán apostándole a la gestión sobre la recaudación, a través de la vigilancia de cumplimiento y vigilancia profunda, pero ahora con mayor precisión.
Al respecto, las invitaciones a corregir la situación fiscal han tenido mucho éxito en cuanto a pesos recaudados, aun con muchas notificaciones infructuosas, debido a diferencias improcedentes, por lo que estos procedimientos se irán perfeccionando cada vez más, con datos más precisos.
Como consecuencia de lo anterior y dado que no es obligatorio cumplir con las invitaciones antes citadas, el SAT ha enviado en repetidas ocasiones el mismo documento, incluso en colaboración con los Estados y desde diferentes ángulos, sin tener respuesta, por lo que es lógico pensar que el SAT tomara cartas en el asunto empleando sus facultades de fiscalización, ahora si con visitas domiciliarias, revisiones de escritorio, requerimientos, y los demás que prevé el dispositivo tributario.
Hay que considerar que el sexenio que termina comprimió la brecha del incumplimiento, por lo que para el que sigue el margen de maniobra es más estrecho y por lo tanto las estrategias de fiscalización, evidentemente, deben de ser más agresivas y precisas.
Hablando de comprobantes fiscales (CFDI), estos seguirán siendo la herramienta más eficaz para recaudar impuestos, por lo que esto no ha terminado aquí, los veremos renovados y seguramente nuevos comprobantes, versiones, nodos, complementos que provean al SAT de información adicional como el costo de ventas, el ajuste anual por inflación, la deducción de inversiones, venta de activos y otros conceptos, para lograr determinar por completo el ISR.
Dado que algunos contribuyentes y algunas contribuciones se causan en base a flujo de efectivo, como lo son las Sociedades y Asociaciones Civiles, así como el mismo Impuesto al Valor Agregado, será trabajo que deberán de resolver a través de los complementos de recepción de pago, la Diot, los comprobantes con clave PUE y PPS o con otros aditamentos.
Datos importantes que tarde que temprano impactarán en el pago de impuestos, son la las partidas virtuales como el coeficiente de utilidad, las pérdidas, saldos a favor, cucas y cufines, que por ser los últimos años en los que se han volteado a ver, aún no son plenamente controlados y siguen ocasionando distorsiones, por lo que el SAT buscará tenerlos actualizados, ya sea a través de actos de gestión o fiscalización.
Desde luego que no cesará de seguir combatiendo la venta de facturas, que poco se ha logrado y que representa un área de oportunidad muy, pero muy grande, a través de la conocida materialidad, sustancia económica, razón de negocios o la famosa lista negra del 69-B.
Posiblemente se buscará imponer la obligación de proporcionar información del beneficiario controlador, que actualmente solo se debe de mantener a disposición de la Autoridad para cuando sea requerida.
Todo lo que no funciona merece ser sustituido, en el caso del Repse, el cúmulo de trabajo y la falta de resultados deberá de ser eliminado, o al menos, debe de ser modificado por algo que evite las malas prácticas, fomente el crecimiento de las empresas y disminuya la carga administrativa.
En la reunión mensual nacional del del Consejo Coordinador Empresarial, la virtual presidenta electa para el periodo 2024-2030, indicó que su administración modernizará, aún más, el sistema del SAT, a través de la Agencia de Transformación Digital, para optimizar los procesos de fiscalización; esto significa que buscará resolver los pendientes Hacendarios y con ello dará continuidad a la estrategia de mejoramiento e incremento de la recaudación, esperando seguir cobrando impuestos a los que no los pagan, para así sustentar los programas sociales, proyectos de infraestructura y demás gastos que necesite su gobierno.
Como ya lo he dicho en anteriores foros y artículos, la reforma laboral, particularmente el incremento del salario mínimo, las vacaciones, el pago de PTU y la prohibición de la subcontratación de personal ha impactado en los impuestos, sobre todo el ISR, IMSS, Infonavit, ISN; por lo que si se llegan a aprobar otras iniciativas como la de la reducción de la jornada de trabajo, la duplicación del aguinaldo, incremento de la prima de antigüedad, la eliminación de los asimilables a sueldos y pago de honorarios, tendremos el mismo efecto.
Hace ya algunos años se ha presentado la iniciativa para gravar las herencias, tema que ha sido postergado para cumplir con el compromiso de no incrementar los impuestos, mismo que sigue en el tintero, pero si tomamos en cuenta la intención de la actual y siguiente administración de quitarle a los que más tienen y dárselo a los que no, seguirá siendo una amenaza.
El proyecto de nación planteado por el partido en el poder, plantea cobrar impuestos a los monopolios, grandes fortunas y a la propiedad, conceptos que ya son gravados en otros países a tasas que van del 2% al 5%, sin embargo es muy rápido e inoportuno pensar en algo como esto, pero si consideramos la tendencia y política de cobrar a los ricos y repartir a los pobres, no descartemos que en los próximos años podamos ver algo como esto, aunque difícilmente lo debemos esperar para este primer año de sexenio, ya que sería gravísimo políticamente en las condiciones en que se encuentran temas como la reforma judicial.
En este mismo proyecto se habla de impuestos progresivos a las viviendas abandonadas y a los latifundios improductivos en tierras fértiles, que no son otra cosa más que un “impuesto predial” para aquellos que tienen propiedades improductivas; recuerden que “la tierra es de quien la trabaja”, alguien dijo por ahí.
Por último, se esperan programas para recuperación de cartera con estímulos en la condonación de multas y disminución de recargos, así como una nula reforma fiscal al menos en el primer año del sexenio.
En conclusión, podría asegurar que no habrá nuevos impuestos, pero si seguirán eliminándose prerrogativas y estímulos; el uso de las tecnologías de información será la herramienta fundamental; el CFDI continuará siendo la figura más eficaz, con más modificaciones y cerrando el circulo; los actos de vigilancia serán aún más intensos y precisos y aumentará la fiscalización; seguirá el combate a la corrupción y a las estrategias fiscales agresivas sin erradicarlas por completo; la carga tributaria impactará en las grandes empresas; aumentará la recaudación y el costo para estas.
Elaborado por C.P.C. y M.I. Jorge Luis Valdez Valencia integrante de la Academia Chihuahuense de Estudios Fiscales.
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