La caída en los sectores económicos y financieros en los que actualmente se encuentra sumergido nuestro País derivado del impacto por la pandemia COVID-19 y la falta de resultados de las actuales acciones efectuadas por nuestro Gobierno Federal para mitigar esta situación indican que es necesario un cambio de rumbo en la estrategia para intentar corregir el panorama, por lo que la clave podría estar en modificar nuestra actual política tributaria.

El pasado mes de abril del 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envió al Congreso de la Unión, por disposición legal, el documento denominado “Pre Criterios 2021”, el cual, sirve de base, para conocer las perspectivas económicas y la tendencia de las finanzas públicas para contar con elementos que deberán de ser considerados para la toma de decisiones al cierre del ejercicio 2020 y presupuestar el próximo ejercicio fiscal 2021, cuyos detalles finales se conocerán el próximo 8 de septiembre del presente con la entrega del Paquete Económico 2021 y que proporciona una visión por parte de nuestro Gobierno Federal sobre las finanzas públicas y las decisiones futuras del propio Gobierno, incluyendo aquellas en materia recaudatoria.

En dicho documento, el Ejecutivo Federal manifiesta que, nuestra economía tendrá una caída entre el +0.01% y el -3.9% , y presentará una ligera recuperación en el 2021; sin embargo, reconocidos economistas consideran que los números contemplados en abril del presente año, son demasiado conservadores y alentadores, ya que pronostican una caída en la economía de hasta en un -10% en nuestro ejercicio actual, por lo que, debemos de prepararnos incluso para una posible recesión económica.

Ahora bien, lo más importante de resaltar en este documento, es que se encuentra prevista una disminución conjunta en los ingresos petroleros y en los tributarios cercanos a los $570,000 millones de pesos en el presente ejercicio, teniendo un impacto en el presupuesto de nuestro Gobierno y, por lo tanto, en las participaciones que reciben los estados y municipios, con los que obligará a los mismos a realizar ajustes en los presupuestos, los cuales serán encaminados a aumentos en el gasto del sector salud, así como ayudar a sectores vulnerables y una disminución en los recursos destinados a la recuperación y estabilidad de las empresas como se ha visto hasta este momento.

Ante estos niveles de disminución de ingresos, las medidas que puede adoptar nuestro Gobierno Federal se reducen a dos:

1. Endeudamiento; y

2. Mejorar nuestra política tributaria, con una Reforma Fiscal Integral.

La primera de ellas, aun y cuando nuestro País no se encuentra en niveles de alarma por su endeudamiento, NO es muy recomendable debido a las tasas de interés que nuestro Gobierno maneja considerando su ranking crediticio, complementándolo con la dificultad de liquidar dichos pasivos a corto plazo por la falta de liquidez, por lo que, en mi opinión, lo conveniente sería optar por la segunda.

Respecto de la segunda opción, es importante señalar que nuestro País se encuentra “marcado” por la baja recaudación tributaria con tan solo el 16% del PIB, que nos sitúa dentro de los peores países del ranking de la OCDE, mientras que la media de los países miembros de dicho Organización refleja un 34% del PIB, siendo los principales obstáculos para la recaudación tributaria en nuestro país la evasión fiscal y la corrupción. Es difícil obtener estadísticas referentes a la evasión fiscal y a la corrupción, sin embargo, estudios consideran que los importes por estos dos últimos rubros podrían oscilar a su equivale hasta el 20% del PIB.

La evasión del Impuesto Sobre la Renta (ISR) es especialmente sensible, ya que en los países de América Latina, se alcanza hasta el 50% de los ingresos por este concepto, y resultando en impactos del PIB, entre el 0.7% y el 5.3%, mientras que los impuestos al consumo, como lo son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), o el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se distingue por su alto nivel recaudatorio y baja evasión fiscal. En mi opinión, encaminaría los esfuerzos para recaudar aquellos impuestos que son más sencillo de hacerlo, en lugar de invertir “tiempo del bueno a lo malo”, además, elevar tasas de impuestos sin un control, incrementaría la economía informal.

Por lo mencionado anteriormente, y de acuerdo a la opinión de los expertos, la economía de nuestro País en los próximos meses será complicada debido a un entorno macroeconómico poco favorable y altamente incierto, independientemente de que exista una Reforma Fiscal en la que se creen nuevos impuestos, o bien, se modifiquen los actuales, el reto de nuestro Gobierno es desarrollar acciones y estrategias para disminuir la brecha originada por la evasión fiscal, la economía informal, y la corrupción, en lugar de que se “le cobren más impuestos a los que siempre pagan”.

Adicionalmente, es importante señalar que, en la medida de que nuestro Gobierno Federal desee implementar una Reforma Fiscal donde incremente, ya sea las bases gravables de los impuestos, o las tasas de los mismos, encontraremos que, por naturaleza, existe una resistencia a pagar dichos impuestos, inclusive, esta resistencia, se incrementará en la medida de cuando el contribuyente sienta que el destino de sus contribuciones motivan el despilfarro del gasto del estado, a la ineficiencia de los bienes y servicios públicos, la corrupción y el enriquecimiento ilícito de las autoridades. Ahora bien, si por el contrario en la medida de que, el contribuyente evalúe de manera positiva la imagen sobre el uso y manejo de recursos tributarios, los castigos asociados con el riego por la evasión fiscal y corrupción, así como la percepción de creación de impuestos que sean sencillos de pagarse y de cumplir con sus obligaciones fiscales, la resistencia fiscal tenderá a la baja y la recaudación al alza.

La Reforma Fiscal debe de realizarse lo antes posible. Estoy convencido que, en nuestro País, Asociaciones Civiles como la nuestra, o bien, Cámaras Empresariales y Colegios de Profesionistas, contemplan a múltiples expertos que pudieran dar sus recomendaciones al respecto, con estudios elaborados de manera anticipada, basados en los principios constitucionales que deben de cumplir las contribuciones y dejar de tomar decisiones “sobre las rodillas”.

Este y otros temas relacionados, los estaremos analizando el próximo 24 de septiembre a partir de las 16:00 horas, en el evento anual de la Academia Chihuahuense de Estudios Fiscales, denominado: “RETOS Y OPORTUNIDADES EN EL ÁMBITO PENAL-TRIBUTARIO” en donde tendremos mesa de análisis y cuatro conferencias magistrales, incluida la impartida por el Procurador Fiscal de la Federación, Lic. Carlos Romero Aranda, lo anterior en un evento transmitido vía Zoom; para mayores informes de la transmisión comunícate al teléfono 6143 89 40 12-15.

Autor: C.P.C. Rodolfo Landa Parra

Teléfono: 614 3894012

Correo electrónico: Rodolfo_landa@averefiducia.com