“La única función de las proyecciones económicas es hacer que la astrología parezca respetable.”

John Kenneth Galbraith, Economista Canadiense.

En estos dos años hemos visto como la frase “austeridad republicana” se ha convertido de un slogan propagandístico a una política económica para la actual administración, y se ha utilizado como justificación para la desaparición de programas públicos y recortes presupuestales. La austeridad propuesta por la 4T intenta alejar al País, en teoría, de anteriores problemas económicos como lo fueron déficits presupuestales y enormes deudas gubernamentales. Nos obstante, la propuesta austeridad fiscal está ocasionando mayores problemas en la economía de los que pretende evitar.

Las acciones de la 4T son comprensibles si recordamos los orígenes políticos del presidente López Obrador. La actual administración se ha concentrado en utilizar la austeridad para vender una imagen de cambio y así distanciarse de anteriores administraciones, jamás comprendió el presidente los efectos que una política de austeridad tendría en la economía y nos demostró una vez más que todas las herramientas funcionan dependiendo de quién las tenga en sus manos y cómo se utilicen.

La “austeridad republicana” del Presidente o política fiscal restrictiva, para utilizar su término académico, es el resultado de una arcaica comprensión de los problemas económicos de México en el pasado. El recortar el gasto público significa que el dinero deja de fluir a la economía y se traduce en eliminar programas de gobierno, algunos de ellos benéficos para la población (ej. Seguro Popular). Eliminar programas de asistencia social sin remplazarlos por soluciones de igual o mejor impacto parecen motivarse más en rencor que en bondad. La función del Gobierno no es ahorrar dinero, es administrar de la mejor manera los recursos recaudados y aplicarlo donde más bien traiga a la sociedad.

En el pasado mes de octubre de 2020 el Fondo Monetario Internacional (FMI) www.imf.org terminó su consulta sobre la actividad económica en México. El equipo del FMI publicó las conclusiones de su análisis y emitió sus recomendaciones. El FMI concluyó que México ha tenido una respuesta inadecuada a la prevaleciente situación económica (la cual incluye obviamente a la pandemia), entre otras razones debido una política fiscal insuficiente. México ha tenido la más pobre respuesta de todos los países del G-20, provocando el riesgo de una mayor contracción económica, una recuperación aún más lenta y con posibles repercusiones futuras.

El FMI informa que las autoridades gubernamentales mexicanas, hasta el momento, están suministrando un muy modesto apoyo fiscal al corto plazo. Tampoco hay reforma fiscal que contemple incentivos a mediano o largo plazo. Ignorando las recomendaciones propuestas por el FMI, la Administración Federal perdió una preciosa oportunidad en el presupuesto fiscal 2021 para proponer una política fiscal que impulse la economía. El presupuesto de este año continúa basado en una política fiscal restrictiva, así como una extrema y limitada deuda pública esta última indispensable para poder fomentar el crecimiento.

En cuanto a sus recomendaciones el FMI indicó que México necesita, en el corto y mediano plazo, una economía que fomente el crecimiento mediante la inversión pública, a través de una reforma fiscal incluyente; en el largo plazo se necesita una aplicación de recursos más profunda que combine inversiones en capital y al recurso humano enfocado a la productividad. Las recomendaciones para una reactivación económica del País indican entonces combinar una política fiscal y monetaria, que ambas fomenten el crecimiento mediante la inversión y un gasto público eficiente, totalmente contrario a una política de austeridad.

Para ayudar al país el FMI propuso algunas sugerencias de cómo mantener la actividad económica en materia de reforma fiscal:

·   Impuesto Sobre la Renta. Ataque a la informalidad y ampliar la base de contribuyentes, incluso contempla bajar el límite más alto de la tarifa de ISR de personas físicas;

·   Impuesto a la propiedad. Aumentar la recaudación en gravar los bienes inmuebles y la tenencia vehicular, entre otros; e

·   Impuesto al Valor Agregado. Eliminar o desaparecer la tasa del 0% y tasa exenta. Administrar de mejor manera la recaudación, tener devoluciones de IVA mejor auditadas, prontas y expeditas. Sanciones a la evasión fiscal. Eliminar la diferenciación de tasas en las regiones fronterizas.

El plan debiera ser construir un paquete económico más sólido y robusto, que fomente el crecimiento a través de una reforma fiscal que procure los recursos necesarios para inversiones públicas y un atinado gasto social; que debe ir acompañado de una política monetaria expansiva que inyecte dinero accesible a la Iniciativa privada para fomentar el crecimiento. No es momento de ahorrar y restringir, si no de incentivar y reactivar. No se trata de tirar dinero al problema, las políticas de servilismo no son la solución, sino la inversión y gasto encaminado a la reactivación económica y la creación de riqueza.

La continuidad de políticas implementadas por administraciones pasadas también es importante. El Ejecutivo Federal está creando una incertidumbre que pudiera impedir la recuperación al eliminar programas pasados. Debe existir un plan que brinde estabilidad mediante la continuidad. El FMI indica que la 4T ha revertido políticas de inversión (ej. el sector energético) que debilitarían el crecimiento. Se debe abandonar el discurso que demonice a los gobiernos anteriores e intente reversar todos los avances obtenidos.

De la misma manera, en el largo plazo se requieren acciones que fomenten el crecimiento, inversiones en tecnología principalmente. Sin embargo, la capacitación y la productividad deben de ir de la mano de dichas inversiones, no existirá crecimiento a largo plazo si la tecnología que se implemente no sea aprovechada por el recurso humano capacitado. La eliminación de programas educativos que apoyen la investigación y la tecnología causarán un severo rezago de no ser remplazados en el futuro inmediato.

Es completamente cierto que nadie tiene una bola de cristal que prediga el futuro, sin embargo, es prudente escuchar a las opiniones de estudiosos que pueden ofrecer una luz sobre el camino. Por lo pronto, en política fiscal, el País no está del todo en la dirección adecuada. Esperemos en un futuro la Administración Federal preste oídos a las recomendaciones de inversión y gasto dirigido. La “austeridad republicana” está resultando perjudicial para el país en proporciones que aún no hemos alcanzado a cuantificar totalmente.

Para informarse sobre las acciones del Gobierno Federal en materia de política fiscal los invitamos a acompañarnos en nuestro evento de Reformas Fiscales este próximo jueves 21 de enero de 2021. Puedes inscribirte en la siguiente liga: https://bit.ly/evento21enero

NOTA: Este tema fue preparado por el C.P. M.I. FERNANDO LECHUGA DÍAZ, miembro de la Academia Chihuahuense de Estudios Fiscales, A.C., Socio de impuestos del Despacho REYNALDO LECHUGA S.C. “Refleja su opinión.”

Con gusto recibimos tus comentarios en el siguiente correo electrónico: contacto@achef.mx

*Fernando Lechuga Díaz